Escenas que se vivieron en la mañana del martes de toros en las calles de la villa y en la plaza de Riaza. / Fotografias de Laura Herrero Mate y Javier Maeso Martín
Llega la hora del encierro, y con un día espléndido los toros de la ganadería de Antonio Rubio Macandro esperan en corrales. Pasa un poco la hora prevista, salen los bueyes acompañando a los astados del festejo de la tarde, la zona alta del recorrido es escogida aún por pocos corredores (esperamos que de años venideros se llene todo el recorrido de gente), reciben Saúl y Paquito a la altura de Cervantes apurando y terminando por resguardarse en la talanquera de Las Damas.
En la Gran Vía con más público y corredores, se ven buenas carreras de Juanma, tomando el testigo "Bicho Malo" y Nero. En la curva de "Los Robles" se ven muchos huecos, acercándose Rubén y Jorge de "Los Pintas", que cada día va tomando terreno. La entrada a la plaza sin sobresaltos, limpia y los toros casi directos a corrales.
El segundo encierro se corre con dos novillos que muestran peligro desde los inicios, muy mirones, causando apreturas de nuevo a "Chacho" y derrotando en la talanquera de Las Damas, cruzándose de lado a lado de la calle hasta acabar por engancharse en la talanquera de la calle del Fogón al seguir a uno de los mozos. Los mozos conducen a los animales por la Gran Vía, se ven chaquetas citando a los astados, no es el primer día que sucede y queremos recordar que no está permitido. Llegando a la curva el toro negro se escora a la derecha casi hasta meterse en los soportales al seguir a Rubén, buen tranco de los animales que finalizan en la plaza sin consecuencias.
La capea entretenida, con los habituales en el ruedo y arriesgando, los de siempre, agradeciéndoles la plaza su valentía y arrojo. Por la tarde corrida de rejones.
Con información de José María López Jimeno, Javier Maeso Martín y Laura Herrero Mate
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